martes, 22 de diciembre de 2009

Cuando todo te va mal, no quieres encontrar soluciones a tus problemas, solo quieres hundirte en tu propia desgracia.
Solamente te apetece abrazarte a ti misma, llorar hasta que te duelan los ojos, y pensar que nadie está a tu lado para guarecerte de ti misma.

Es triste, pero es así.




http://www.youtube.com/watch?v=jMoVW-paT3w

domingo, 20 de diciembre de 2009

¿Qué sientes cuando quieres desaparecer?

Cuando nada en tu vida tiene sentido, lo único que te apetece es explotar, romperte en millones de diminutos trocitos que el aire lleve consigo y ,si quiere, poder juntarte de nuevo en otro lugar, nuevo, fresco y …solo.

Tu mente no para de dar vueltas al mismo rompecabezas, por qué hice esto, por qué dije esto otro, por qué tuve que actuar así.

Y no deja de cuestionarse sirvo para esto, se me daría bien lo otro…

Vives en un laberinto sin final, en el que no sabes que dirección tomar, ya que alguna de ellas puede que entres en una espiral de locura sin retorno.

Y es que , nadie va a saber qué se siente, nadie.

Nadie va a entender cómo es esto, nadie va a sufrir como sufro yo por cosas que en realidad no merecen la pena, pero que yo, con mi mentalidad de cria, me tomo a pecho.

Ojala y nada de esto hubiera ocurrido nunca, ojala hubiera nacido en otra época y en otro lugar, lejos de tanta locura y tanto vano sufrimiento.


La verdad, lo único que hecho de menos, es un abrazo, largo y cálido.

martes, 1 de diciembre de 2009

damn girl

¿Por qué todo lo bueno es efímero?
Desaparece antes de que ni siquiera percibamos su presencia.



La verdad, es como si me encontrara entre el Sol y la Luna.

Él era mi Sol, el que iluminaba mis largas tardes, el que encendía mi pasión, el que me resguardaba del helador frío de la soledad, el que hacía que me volviera a sentir viva.
Pero, desapareció y de repente me vi inmersa en un eclipse eterno.

Una noche infinita, en la que estaba sola y perdida en una oscuridad desconcertante, una oscuridad que me asusta, una oscuridad que me arrastra con ella y me produce un agotador insomnio durante el cual no dejo de martirizarme y buscar el motivo por el que mi sol huyó para no volver más.

Desaparecido el Sol, aparece la Luna.
Una Luna que me acompaña y consuela, que alumbra tenuemente mi eclipse, que disfruta de mi presencia, aprovechando que mi Sol no va a volver.

Pero, esa Luna no me entiende. No sabe que nunca podrá suplantar al Sol.
Nunca, aunque se esfuerze, podrá alumbrarme con la intensidad con la que lo hacia el Sol.
Nunca conseguirá que ese frio, que siento desde que esa estrella desapareció de mi vida para no volver más, desaparezca.


Porque algunos coches , por más que los arregles, no vuelven nunca a funcionar igual.