jueves, 28 de octubre de 2010

Cumpleaños.

Soplaba los 19 ya.

Era toda una mujer, llena de ilusiones e ideas de futuro.

Esa mañana se levantó crispada e incomoda, tal vez por algún mal sueño o porque se habia vuelto a dormir en el sofá. Miró el móvil buscando algún mensaje o alguna llamada, como solía hacer cada mañana, pero no encontró nada. "Qué raro"-pensó.

Bajó las escaleras, esperando algún grito mañanero o alguna sorpresa en la cocina, pero no encontró nada. "Bueno-pensó- pues nada, tendré que desayunar sola".

Al rato, llegó su padre, fumando como siempre, y mientras echaba un vistazo a las felicitaciones del ordenador, le miró durante un buen rato. Nada. Tampoco.

"Bueno-pensó- otro que tampoco se acuerda".

Ella siguió desayunando con una cierta prisa y una melancolía bastante palpable, ya que pronosticaba un dia bastante malo.

Al terminar el desayuno, la asistenta pasó de refilón por la cocina y la dijo "Ah Carmen, felicidades", en una nube tóxica de amoniaco y lejia. "Gracias"-contestó, aunque la verdad, no esperaba que esa fuera la primera toma de contacto con la realidad y con su alrededor en ese dia tan especial.

Miró a su padre, y seguía fumando. Nada, que no se había enterado. Miró al cielo abrumada y resoplando y decidió ir a vestirse a su habitación.

Entre brochazo y peine echaba un vistazo al ordenador, y bueno, encontraba alguna felicitación que otra, pero no de esas que te erizan el vello,ni de personas que realmente fueran las imprescindibles de ese dia.

"Bueno- pensó- igual esta tarde, es lunes, la gente está muy liada".

Al final, cogió el tapper y lo metió en su bolso, ´dió una ultima ojeada a su habitación y bajo corriendo las escaleras. "Y veinte, dios, que no llego"

Corriendo, echó una mirada atrás desde el marco de la puerta, despidiéndose en silencio y salió de casa.

Tras recorrer casi corriendo el tramo que separa su casa de la parada del autóbús, se montó en él y sonrió timidamente al conductor "Hola señor conductor, ¿sabe que hoy es mi cumple?- pensó. Volvió a sonreir en su asiento, imaginando el ridiculo que podría hacer si pronunciaba esa frase.

Como siempre, se montó en el asiento de detrás del conductor, ya sabeis, en verano da el aire acondicionado y en invierno la calefacción, además oye la radio y puede cotillear y analizar a todos los que entran en el bus.
Desde su asiento miró parada tras parada a los pasajeros que subían en el, unos tranquilos, otros sin respiración porque habían llegado corriendo para no perderlo, otros con prisa porque no llegaban al trabajo, otros divertidos por pasar un dia "de aventura" en Madrid. Pero ninguno presentía lo que a ella le ocurría.

Pasajero tras pasajero, parada tras parada, llegó a Madrid. Con tiempo de sobra, como siempre. Bajó la primera del bús, como siempre y se dirigió al metro.
Mientras bajaba hacia el andén, una multitud de gente,que salian como una plaga de ratas del subsuelo, la engulló, como siempre.
Pero ella, absorta en su propia "desgracia", tan solo hizo ademán de moverse mientras gente y más gente la empujaba.
"Bueno- pensó- qué mas da. Como siempre".

Tras su "pelea" habitual para llegar al vagón, y tras unos minutos de trayecto, llegó a su parada. Subió absorta, como siempre, hasta la superficie y allí, cegada por el Sol, se detuvo.

Miró a su alrededor y si, todo estaba igual que siempre. Nada nuevo, excepto un vendedor de pulseras junto al ascensor. Tenía tiempo asi que decidió ir tranquilamente andando hasta su Facultad.

Recordó que había quedado con su compañero para comer y puf, qué pereza le daba. No tenia ganas de hablar ni ganas de ver a nadie, total, ya había decidido que ese no iba a ser un buen dia.

Llegó a la cafeteria y allí tras el beso y la felicitación de compromiso, ella y su compañero comieron casi en silencio.

"Bueno-pensó- al menos no estoy comiendo sola. O eso parece." Al terminar de comer, subieron a la puerta principal y su compañero decidió irse hacia la clase.

"Bueno- pensó- esperaré en la puerta fumando, a ver si alguien llega y me felicita al menos."

Tras ver a un par de compañeros y ser felicitada, se vio con ánimos de, al menos, aguantar una clase. Subió a la clase, absorta de nuevo, mientras un par de compañeras la preguntaban que qué regalos le habian hecho. De repente, le entró la risa tonta y contestó: "Nada, ni siquiera me han felicitado." Sus compañeras callaron y se miraron, con una mezcla de consternación y lástima.

Se sentaron y soportaron las cuatro horas de clase a duras penas. Cada poco tiempo, cogía su bolso, buscando en el móvil algun mensaje, alguna llamada, algo que la hiciera sonreir aunque fuera un poquito. Nada.

"Bueno-pensó- igual mis amigas sabiendo que me hace mucha ilusión que me vengan a ver, vienen a las 8."

A eso de las 7 y media, la profesora decidió que la clase había terminado y todos, como locos, recogieron mochilas, abrigos, bartulos varios y corrieron hacia la puerta como si un incendio les persiguiera.
Mientras tanto ella, con toda pasimonia, recibió empujones y pisotones, pero poco le importaba.

Bajó,absorta en sus pensamientos,las escaleras, aunque sus compañeros estaban hablandola y comentándola que iban a irse de tapas e invitándola.
"Mierda, no puedo, viene mi novio a recogerme"- les dijo, aunque la verdad, no se encontraba con muchos ánimos para ir.

Tras despedirse, se quedó en los soportales esperando. 5,10,15,20,25 minutos. Hacía bastante frío y estaba empezando a sentirse realmente triste. A pocos metros, una canción que le sonaba. "Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz..."

La gota que colmó el vaso. "Venga hombre, no jodas- pensó. Decidió meterse en su facultad y buscar algún rincón solitario y menos frio.

Sentada en una escalera, sintió lástima de si misma.En realidad, daba una imagen bastante triste. Lo pensó y si, lloró, no durante mucho rato, no fueron lágrimas largas o lágrimas rabiosas, sino lágrimas frustadas, lágrimas cortas y concretas que la hicieron deshacerse de, al menos, un poco de la tristeza que llevaba sintiendo todo el dia.

"Ai, el móvil-pensó.Ya era hora, joder". Era su novio, estaba en la puerta.

Llegó pensando que no le apetecía mucho hablar con el, pero, algo brillaba en el coche que la hizo extrañarse. Él la hizo señas "Entra, entra!" y ,al abrir,la puerta, vió que era una pequeña tarta y una vela roja en el centro.

Sintió ganas de llorar, pero no de tristeza, de emoción. Sin embargo, sonrió, pidió su deseo y sopló su vela.

"Por fin"- pensó.

Se giró y vio un regalo envuelto, él le hizo señas para que lo abriese y , como una niña pequeña se tiró a por el, intentando romper el papel para verlo lo antes posible.

"Si-pensó- exacto. Esto era. Esto era lo que necesitaba. Sabía que lo haría. Sabía que me haría sonreir.Sabía que él conseguiria hacer especial mi día."

Miró su regalo, miró las fotografías, sonrió recordando los momentos en que cada una había sido tomada, sonrió y le miró, le miró sonriendo y volvió a sonreir mirando su regalo.


Tocó su cuello,buscando su corazón. Lo tocó como hacía siempre que se acordaba de él, notó su plata, estaba fría y un escalofrio de emoción recorrió sus brazos.


"Solo eso, solo ESTO- pensó- solo necesitaba esto." Sonrió y le besó, le besó como pocas veces hacía, con una mezcla de pasión y alegría que la hacia morirse de gusto.

Es que ella se dio cuenta de que, aunque estuviera más cerca de la veintena que de los 10, se aproximaba más a la última cifra, seguía poniendole los pelos de punta ver los partidos de España, seguía sonriendo y llorando con las peliculas de amor, seguía teniendo pesadillas con las pelis de miedo, seguía soñando con una fiesta sorpresa y con flores en su cumple y, por qué no, seguía soñando con su principe azul.

Pero se dio cuenta, al irse a dormir, que no le hacía falta seguir ansiando y sufriendo tonterias,porque teniendo a un principe a su lado, no necesitaba más.


"Lo importante- pensó- es quién está, no dónde, cómo ni cuándo".

domingo, 3 de octubre de 2010

Ya era hora.

Despues de tantos meses, muchas ideas, muchos sueños y demasiados propositos, he decidido que era este el momento de empezar a andar,aprender y ¿por qué no? a probar suerte en el que realmente es mi mundo y en lo que creo de verdad.

Por eso, tras mucha observación y acumulación de ideas y fotos, he decidido crear un blog de moda.

Probablemente los primeros post sean un desastre y probablemente sea una simple estudiante de Periodismo con sueños de diseñadora que habla demasiado y con poco o ningún acierto, pero no pierdo nada al intentarlo.


Mi blog lo puedo describir como un compendio de ideas, una fusión, una mezcla. Por un lado, la admiración que siento por los iconos de la moda: Coco Chanel y Audrey Hepburn. Por otro lado, la obsesión innata de observar, crear y adaptar.
Por último, puede decirse que leer blogs como THE SARTORIALIST me ha influido bastante.

Por todo esto, os anuncio y os doy la bienvenida a mi nuevo blog:


http://coco-inspiration.blogspot.com